Ayer unos amigos en la mesa de un bar
mencionaron tu nombre, preguntaron por ti,
y yo pedí otro trago por temor a cantar,
y en silencio, te juro , que brindaba por ti.
Alguien dijo que huele a jazmines tu almohada,
otro se dijo dueño de tu mejor historia,
y como los donjuanes no han de tener memoria,
apuré más el trago para no decir nada.
Y es que los caballeros que deshojan las rosas
dejan de ser amantes para hacerse canallas,
por eso es que el tequila hace fácil las cosas,
porque el mariachi grita lo que el corazón calla.
Describieron tus senos, dibujaron tu espalda,
y tu nombre rodó como espuma en la copa,
y fingí no saber el largo de tu falda,
y negué sanamente que te he visto sin ropa.
Y es que los caballeros no han de tener memoria,
no deben de acordarse qué motel , ni qué playa.
pues los buenos amantes entran solo a la historia
por decir lo que deben por callar lo que callan.
© César Sánchez Beras
Nightlife, 1943, Archibald John Motley, Jr. |
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