César Sánchez Beras
martes, 13 de marzo de 2012
Condena eterna
Estamos condenados a ser el otro
El que huye y trasiega
dejando jirones de existencia
en la opaca permanencia de su vuelo
irremediablemente condenados
a ser molécula esparcida en el torrente
apenas un haz de luz
en la explosión sideral del fogonazo
dejamos en la huida
nuestra ancestral vocación para el enjambre
nuestra misión de colmena o de cardumen
nuestro destino de galaxia y cordillera
estamos condenados a ser el otro
por el único pecado de ser dioses.
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