No dejes que al amor que hay en tus ojos,
le llegue el otoño más sombrío.
No
dejes que esta sed del cuerpo mío,
convierta todas mis flores en abrojos.
No
dejes que este fuego se me acabe,
sin que lo aliente tu boca con su llama.
No
permitas que la nieve del mañana,
ponga su escarcha y mi voz se apague.
Ven y
reclama tu sitio en el banquete,
y ante la corte que anuncia el deleite,
rasga
los velos y enciende tus cirios.
Porque el amor solamente abre sus puertas,
a
quien las bridas de la pasión sujeta,
sobre el caballo de todos los martirios.
©César Sánchez Beras
Gracias por compartir estos hermosos poemas, me gustaría que algunos formaran parte de mis poemarios, que atesoran preciosas obras de maravillosos poetas, siempre y cuando se me autorice. Mil gracias de cualquier forma.
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