Todos estaremos en el muelle
deshojando una gaviota simple
para esperar los últimos viajeros
seremos manecillas cronometrando el vértigo
alas quebrándose en el ojo
bitácora común de la llovizna
que se pierde en la brizna del acecho
será simple el barro de los días
abundante el seno de la gracia
lumbre primigenia del reencuentro
otoño de sílabas erectas
redención agitando el antifaz
el lívido presagio del retorno
será dulce la vejez de la nostalgia
la timidez del agua agua agradecida
la miarada redonda del poema
el canto arrodillado de la espada
todos estaremos en el muelle
y si sobra tiempo viviremos
polvo común de todas las especies.
Yo soy el que se incendia contigo en el regreso.
©César Sánchez Beras
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